Monday, April 09, 2007

¡Mis bacterias son mejores que las tuyas!

A partir de hoy, eso es lo que le deberás decir a todo aquel güey delgado que haga alusión a esos kilos de más que te sobran. Al menos esa es la primera impresión que uno obtiene al leer el trabajo de estos autores avecindados en uno de los tantos centros distribuidos alrededor del mundo que acaparan la atención hoy en día: los centros de ciencias genómicas. Seguro ya has escuchado de las maravillas que algunos aventurados cuentan acerca de la secuencia del genoma humano: que todas las enfermedades genéticas tendrán cura, que viviremos más de 100 años con la salud de 40, que tendremos medicamentos a la medida, en fin; para algunos, el tener la secuencia de los 35 mil genes que nos conforman parece suficiente para imaginar eso y más. Aguas, la cosa no es tan fácil, ahora se sabe que las enfermedades más graves (cáncer, por ejemplo) no tienen que ver con los genes sino con la regulación génica, esto es, la frecuencia con la que algunos genes se prenden o se apagan; y eso es mucho más complejo que sólo analizar la secuencia. Para que te des una idea de qué tan complejo es el asunto, existen ya algunos indicios señalando que lo que nos hace diferentes del chimpancé (con quien compartimos más del 99% del genoma) es justamente la regulación génica.

Ya hemos hablado aquí de la
obesidad y también de la microbiota intestinal. Además hemos dejado claro la relación estrecha entre las bacterias que habitan nuestro tracto digestivo y nosotros. Pues bien, los autores del artículo realizaron un interesante experimento para ver la correlación entre el tipo de bacterias que habitan nuestra panza y la obesidad. Primero quisieron saber qué tipo de bichos habitaban en el intestino de las personas obesas y delgadas (eso es lo relevante del trabajo, en lugar de buscar “un gen de la obesidad”, los autores reconocen la importancia de la simbiosis que tenemos con nuestras queridas bacterias y presuponen que algo tienen que ver), para ello tomaron muestras de la microbiota intestinal de varios individuos obesos y delgados (mujeres y hombres) y las secuenciaron. Encontraron algo fascinante: en los individuos delgados prevalece una división bacteriana (superreino) denominada Bacteroidetes, mientras que en individuos obesos prevalece la división Firmicutes. Una de dos: o el tipo de bacterias que prevalecen en la microbiota determinan que seamos delgados u obesos; o el ser obesos o delgados determina qué tipo de bacterias se alojan en nuestro tracto digestivo.

Para poder distinguir entre estas dos posibilidades, los autores hicieron un experimento muy elegante. Tomaron dos grupos de ratones libres de gérmenes (a estos ratones los crían bajo tales condiciones de esterilidad que es más probable aislar una bacteria de una jeringa plastipack sellada, que de ellos), al primer grupo le trasplantaron microbiota abundante en Firmicutes (probables responsables de obesidad) y al segundo le trasplantaron microbiota abundante en Bacteriodetes (probables responsables de delgadez). Dejaron correr los meses y al final, efectivamente, aquéllos ratones que habían sido trasplantados con Firmicutes mostraban obesidad, mientras que aquellos trasplantados con Bacteroidetes eran delgados. Así es, tal parece que el tipo de microbiota que tenemos está directamente relacionada con si somos obesos o delgados. Ojo, esto tampoco quiere decir que sea la única razón, de hecho es multifactorial. Se sabe que existe un fuerte factor hereditario (que no un solo gen), por ejemplo, la leptina es la hormona que manda la señal de hambre al cerebro, aquellos que tienen defectos en esta hormona pueden estar comiendo todo el día y no sentir saciedad. También existe el factor del sedentarismo, etc. Por último, nos queda una duda ¿por qué una división bacteriana está relacionada con la obesidad y otra con la delgadez? ¿qué papel juega la microbiota en el peso corporal de su huésped? La respuesta es simple: los Firmicutes (obesidad) tienen una capacidad mucho mayor de degradar alimentos que los Bacteroidetes (delgadez). De hecho, las bacterias que pertenecen a la división Firmicutes son capaces de degradar compuestos que los Bacteroidetes jamás degradarían, como consecuencia, los Firmicutes extraen muchas más calorías de los alimentos que procesan en comparación con los Bacteroidetes. En resumen, quienes tienen predominancia de Firmicutes en su microbiota aprovechan mucho mejor calóricamente, digamos, un bistec, que en aquellos en los que predominan los Bacteroidetes. En sentido estricto, los Firmicutes son mucho más eficientes para extraer calorías de los alimentos que los Bacteroidetes.

Esto último es lo que te da una ventaja evolutiva sobre los delgados, tienes mayor fitness que ellos. Imagínate, el mundo como lo conocemos hoy cambiará pronto, el deshielo de los glaciares y la temperatura en aumento vaticinan un escenario nada agradable. Y cuando llegue ese momento, cuando el alimento comience a escasear de forma global y las guerras se disputen por comida y agua, cuando el hacinamiento alcance a las tierras altas y no haya espacio ni para respirar, tú vivirás más, porque tus bacterias te proveerán de más energía que a los delgados y tendrás más calorías disponibles. Finalmente, la ventaja evolutiva será sobrevivir más tiempo y estar mejor adaptado para superar la presión selectiva. Y ese simple hecho genera en mí el deseo de tener muchos Bacteroidetes en mi microbiota; si pudiera le trasplantaría esa división bacteriana a toda la población humana y dejaría actuar a la selección natural, ella sabría hacer muy bien lo que ha hecho durante 3500 millones de
años.
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ACTUALIZACIÓN
No quise seguir porque ya me había enrollado como manguera de jardín, pero tengo que hacerlo. Lo que me deja muy inquieto es que en un trabajo paralelo de los mismo autores, señalan que pusieron a dieta estricta durante un año a algunos sujetos obesos. Tras este tiempo, volvieron a tomar muestras de su microbiota y las secuenciaron. Descubrieron que, tras haber bajado bastantes kilos, su microbiota se componía en su mayoría de Bacteroidetes. O sea, cuando eran obesos abundaban los Firmicutes, y ahora que se habían puesto a dieta abundan los Bacteriodetes, ¿esto qué quiere decir? 1) la microbiota que habita nuestro intestino se selecciona paulatinamente por la cantidad de alimento que ingerimos, y eso está cabrón, imagínate ¡entre más comes, tus bacterias se vuelven más aptas para degradar calorías, ergo, subes más de peso! 2) el tipo de microbiota que habita en nosotros es la consecuencia de una serie de factores altamente complejos que no logramos entender del todo (la cosa ahí dentro es bien compleja, hay un microambiente dado por el pH, la salinidad, la cantidad de nutrientes, etc). Sinceramente, yo me quedo con la segunda opción. Si bien es cierto que el experimento con los ratones es muy contundente, tú tendrías que volver a nacer (literalmente) para que te trasplantaran una u otra microbiota (lo siento, si pensabas que se podía hacer a estas alturas, lamento decirte que es ínfimamente probable). Ese resultado es la consecuencia de parámetros muy bien controlados que no ocurren naturalmente. Nos da una idea de cómo la microbiota influye en la obesidad y da pistas para abordar el asunto, pero hasta ahí. Sin embargo, eso no cambia el hecho que los obesos digieren mucho mejor la comida que los delgados, punto.

19 comments:

Salvador Fabela said...

Respuestas atrasadas:

Promiscousbacteria,

jeje, pues algo hay de eso, la candidatura es en noviembre, ni modo, hay que chingarle pa´ llegarle bien puesto. Tenemos pendiente un palomazo, hay que ponernos de acuerdo, abrazos!!

Ícaro,

uff, házmela buena!!Ojalá algún día publique un nature, por lo pronto apenas estoy haciendo mis pininos, es más, si quieres date una vuelta por aquí. Es el resultado de lo que empezó como mi tesis de licenciatura hace ya algún tiempo. Te mando un fuerte abrazo!!

Colibrí,

uff, pues ya está, después de siglos, pero llegó.



PD. blogger no se puso mamón y me dejó tranquilamente seguir en la versión vieja, ja, cagado.

elisa said...

Pues sí, por lo visto hay quienes están mejor y más preparados para las catástrofes, gracias a la poderosa microbiota, ¿qué tal?
As usual, dear, interesantísimo (lo malo es que es que no es apto para nosotros los mortales o los ¿espirituales?, ja!).
Besos

Anonymous said...

Wow me dejaste con la boca abierta, ps solo te puedo decir que mi microbiota está muy bien seleccionada jaja. Ahora deberían fijarse en eso las revistas y no que te veas anémico y apenas puedas sostenerte en pie, no?
Seguro lo del palomazo se arma si no este fin el siguiente. Seguimos en contacto paisa Bro...

Anonymous said...

Joer!!! El link nomás no se deja abrir!!! A ver si al rato le doy un vistaso al pinino... Por lo pronto ya puedo esperar tranquilo el fin de los tiempos: todos moriremos, pero mis bacterias me permitiran ver morir a muchos flacos primero, jo, jo, jo...

Abrazo Doc.

Anonymous said...

Cámara, Dr. Rovan!!! Usté está muy pesado!!! Me alegra leer algo sobre tu trabajo... ahora comprendo que necesito conseguirme un par de flagelos pa' poder aprender de una buena vez a nadar.

Salú!!!

Anonymous said...

Elisa,

lamento decirte, querida, que tú no estás tan bien preparada, jeje. Beso!

Promiscuosbacterium,

de acuerdísimo contigo, el concepto de belleza está devaluadísimo. Conste, ya quedamos con el palomazo. Besos paisa bro! Saludos a C.

Ícaro,

arreglado el link! Listo para que le eches un ojo al abstract (estaba pensando abrir una google page para subir allí todos los artículos y que los puedan ver completos, prometo hacerlo). Pues ya somos dos, mi querido Ícaro, yo también veré morir varios flacos antes que a mi, ja! Hombre, qué bueno que te alegre leer algo mio, caray, y claro que a mi también me gustaría tener flagelos, estaría de poca madre! Abrazos y salud!!

grabiel said...

no es nuevo: eso ya lo había anticipado bart en la guía para la vida, libro indispensable para niños menores a 10.

era lo único que necesitaba para confirmar que soy un cabrón evolucionadísimo: grandes aptitudes para la música (sufjan), para el cine (mann), para las madrizas (alí), para el ligue (christian bale), para la magia (christian bale), para el humor (bill murray).

uf, qué tipazo.

(gracias por el dato).

Anonymous said...

Jaja, nche Gabo, te patina cabrón.

Anonymous said...

mmmm ps ya ni modosssss (como dicen en el pueblo)me quedaré con mis bacteroidetes y a ver si es cierto que vivo más que unas flaquillas que conozco. Pero bueno, eso sí gracias a la comida chiapaneca tengo muchos anticuerpos que me permiten tener estómago de chucho jaja... Un beso y saludos de C.

Xiuh said...
This comment has been removed by the author.
Xiuh said...

Tu te apareciste en mi blog hace un chorro y me pusiste observaciones a un texto sobre mi tésis de licenciatura. Hoy andaba buscando cosas sobre genomicas y me encuentro este blog, leo tus comentarios y veo tu paper. Y me digo: yo conozco a 6 de los autores y con 5 de ellos he platicado. No eres Pablo Vinuesa porque él está en mi lab, no eres Sebastían porque el ya es doctor y no está pensando en hacer la candidatura, no eres Cei porque el es investigador en Inglaterra y por los mismos motivos no eres ni Dreyfus ni Rosa Laura. Salvador tomó el curso de antibioticos del CCG y todavía no había hecho la candidatura ademá eras igual de lleno que yo por aquello de la microbiota. Eres él? no mams hubieras saludado! a menos que seas chica y seas Aurora y a ella no recuerdo conocerla. Si no ere ninguno de ellos entonces quien? le puedo preguntas a Poggio?

alonso ruvalcaba said...

...pero los delgados nos vemos mejor...

Adrián Santuario said...

me gustó el calificatico del experiento: 'muy elegante'....

Anonymous said...

Drew Barrymore se ve mejor llenita, al igual que Björk, Homero Simpson, Christina Ricci, Lindsay Lohan, Rafita y muchos, muchos más se ven mejor cuando los firmicutes abundan en su microbiota intestinal.

Salvador Fabela said...

PM,

jeje, nuestro estómago de chucho es incomparable. No cabe duda que la constante reinoculación nos hace más fuertes! Besos!

Labjournal,

chale, la lógica rinde sus frutos. Auro es la técnico del lab, así que por eliminación yo soy aquél. Es cierto, me aparecí en tu blog hace un rato y se me pasó saludar. En fin, chido que te hayas topado con este sitio; qué pedo, pa´ cuándo tu paper de la titulación? DRC te aceptará de postdoc? o más bien te mueves al extranjero? Saludines a los cuernavacos!

Alón,

güey, yo creo que depende, los ñangos no tanto, je. Abrazo!

Adrián,

chido, ojalá nos topemos pronto. Abrazo!

Pollo,

sí eh! Te faltó incluir el nombre rovanpera, ja. Beso!

elisa said...

rovanpera: no seas flojonazo y postea ya.

abrazo

Anonymous said...

De acuerdo con Elisa, deja ya de estar volteando por la ventana y ya ilustranos con algo nuevo no?

Y claro, yo pienso andar por el gato macho el viernes jeje Salud!!!
DEFINITIVO!!!

Ruvy May said...

Muuuyyy interesante... aunque la verdad, pienso que efectivamente la dominancia de uno de esos grupos en la microbiota depende de lo que comes... Pienso que tal vez, como el sobrepeso tiene que ver con un exceso de carbohidratos en tu alimentación, el grupo que se encuentra con mayor abundancia en la gente obesa, es mucho más eficiente degradandolos y por eso se presentan con mayor abundancia en la gente obesa, porque además en un ambiente rico en ellos, pues prolifera mas... y ayuda a que estén obesos por poner mas disponible la glucosa... zzzzzzz
Buen post...

Anonymous said...

On tas, Rovan?

Saludos.