Saturday, January 26, 2008

Ubi sunt

¿Dónde quedó aquella tinita azul en la que me bañaba mi abuela Enedina a los 3 años, el árbol de navidad más grande del mundo que tocaba el techo de la casa de mis tíos en su último invierno, la camioneta tonka negra que era indestructible y atacaba cualquier terreno bajo mis manos, y ese primer triciclo manejado por Luisinho en el que me fracturé el brazo izquierdo.
Y Monsiváis. Ese amigo inseparable del kinder con el que jugaba béisbol y quien ratificó mi primer jonrón monumental y esa inolvidable atrapada. Qué le ocurrió al suéter escolar guinda que servía de almohada, de home plate y que mostraba los rasguños de la primera pelea así como rastros del perfume de Sayuri. Y el ajedrecito que abría diariamente para jugar con mi padre... y la avalancha azul, el vehículo que aguantó charcos, piedras, banquetazos y choques frontales contra las paredes en los momentos más felices jamás?

¿Seguirá suspendido en el aire ese helicóptero de plástico rojo accionado mediante una cuerda que Raciel jalaba y que se elevaba cien metros con facilidad en el cielo azulísimo de la marquesa... los luchadores con paracaídas que Ulises y yo soltábamos hacia las ventilas cálidas de aire provenientes del metro en el zócalo. Dónde quedó la bici que aprendí a maniobrar sin rueditas ante la incredulidad de Armando?, ¿Clotilde y Edubiges, las tortuguitas japonesas que guardaban todos mis secretos?

¿Dónde está la resortera que traía todo el día entre mis manos en ese Chiapas del 90, en el viaje más extraordinario que tenga memoria, donde todo era perfecto e impenetrable... los planes para doblegar a todos que Leonardo y yo ideamos en el CCH, las prácticas de campo en Molango con C., Y. y N., las tardes interminables de risas con Alberto y Luis? ¿dónde está ese amigo fiel que me comprenderá siempre: dónde está mi perro?

¿Dónde quedó la magia y el encanto mutuo que había entre A. y yo en tierras guanajuatenses, las sonrisas compartidas, el entendimiento telepático, los guiños infinitos, la compenetración total y las promesas tácitas que los túneles atestiguaron silenciosamente?

Carajo.

9 comments:

Anonymous said...

Y sin embargo otros aqui estamos...

Unknown said...

eeeey yo tuve un tonka, re aguantador.

Un vbi svnt, chido.

Aquista el mio

Un abrazote, long time no see!!!

http://psycoedipo.blogspot.com/2007/08/blog-post.html

Salvador Fabela said...

PM,

cierto, algunos aquí están, gracias.

Iván,

uf, las tonka eran una neta, ¿apoco no? Voy corriendo a ver tu vbi. Abrazo grande grande, mi estimado, gracias por pasar.

YKR said...

Ah chin... tons soy el único webas que todavía no se pone a chambear en su ubi sunt?

Nooo, esto no se queda así...

Muy lindo Rovan, muy lindo.

Un abrazo.

Ruvy May said...

qué onda con el ubi sunt?? qué es eso??

Y ahora va a ser blog común y corriente a falta de tiempo y cabeza para la divulgación??

MMMMMHHHH mejor haste otro blog pa' eso, no? aprende a mi, yo tengo 3.....

alonso ruvalcaba said...

no están en ningún lado. cierto: carajo.

all those moments will be lost... in time... like tears in the rain.

Anonymous said...

Mi querido Rovan:

Ya bajé el disco de la PJ Harvey, muchas gracias por el envío. Desafortunadamente no pude ingresar a tu profile, para agradecerte por allá, así que aprovecho este espacio pa' darte las gracias.

Un abrazo.

Luis David said...

Y en dónde quedaría todo eso...

Sepalabola, querido Rovan.

Al menos nos queda el refugio del Ubi Sunt.

Un abrazo

Salvador Fabela said...

Hoy, domingo 6 de noviembre del 2011 a las 6.32 AM, declaro este vbisunt caduco.

A partir de hoy, todo cambia. Todo.