Friday, September 29, 2006

Dos breves notas:


1.

Hace algunas semanas la Secretaría de Salud emitió una alerta para que se dejaran de consumir espinacas provenientes de EUA. La razón fue que se había detectado la bacteria Escherichia coli O157:H7 (EHEC) en las espinacas (de hecho fueron los gringos los que se dieron cuenta). Está descrito en la literatura científica que este bicho es capaz de generar severas complicaciones gastrointestinales entre las que destacan: dolor abdominal, diarrea con sangre y vómito. Pero lo verdaderamente peligroso son las toxinas que produce (conocidas como toxinas Shiga), las cuales pueden provocar incluso la muerte mediante un síndrome hemolítico urémico; en pocas palabras, fallo renal. EHEC afecta a países desarrollados (Reino Unido, Japón, EUA) y el brote más escandaloso surgió a principio de los noventas, cuando Jack in the Box vendió hamburguesas contaminadas con esta bacteria en sucursales de Washington, Idaho, Nevada y California. De los 732 infectados 4 perecieron. Pero EHEC no le haría ni cosquillas a la mayoría de los mexicanos, ya que tenemos una especie de “inmunidad cruzada” que nos protege contra la infección por EHEC. Hay dos posibles explicaciones para esto: i) cuando chicos, nos enfermamos de diarrea por comer alimentos infectados y nuestro sistema inmune genera defensas contra esas bacterias, los cuales nos protegen también contra EHEC, ii) nuestra microbiota actual (la cual está en cierta medida enriquecida gracias a la constante ingesta de alimentos acompañados con bacterias que consumimos en la calle) genera una especie de “barrera” para que otras bacterias extrañas no puedan colonizar el tracto intestinal. A la mayoría de nosotros EHEC no nos hubiera hecho nada, pero la alerta era necesaria, siempre existen individuos susceptibles a los cuales sí les afectaría.

2.

Hace poco más de un año, el 28 de Agosto del 2005, el huracán Katrina le pegó con toda su fuerza a Lousiana. Mucho se dijo que el gobierno gringo habría tenido la culpa por no reforzar los diques que protegían de una eventual inundación a Nueva Orleáns. Pero seguramente, dichos diques no habrían hecho nada por evitar la mega inundación en la ciudad y sus alrededores. Nueva Orleáns está por debajo del nivel del mar y se sitúa entre el río Mississippi y el lago Pontchartrain. A principios del siglo XX comenzó un proyecto para drenar grandes terrenos de la ciudad que se componían en su mayoría de pantanos para tener así mayor extensión. Gran pendejada. Tarde o temprano, el agua reclamaría sus terrenos y justamente eso ocurrió con Katrina; toda el agua que habían drenado sólo regresó a ocupar su lugar. Dicen los geólogos que se deben perforar 240 metros bajo el suelo de Nueva Orleáns antes de encontrar roca sólida, antes de eso sólo hay tierra humedecida. Quieren reconstruir la ciudad y reforzar los diques, pero más temprano que tarde llegará otro huracán y se va a inundar todo otra vez. Lo mejor sería desalojar toda la ciudad si no quieren volver a vivir lo mismo. Pero no, los ingenieros creen que le van a poder ganar la batalla a un huracán categoría 5 como Katrina y a toda el agua que trae consigo. Creen que ellos van a poder contener al Mississippi y al Pontchartrain si se desbordan. Échale un ojo a la foto de aquí abajo, fìjate cómo queda sitiada la ciudad por esos dos enormes cuerpos de agua, también observa cómo la ciudad está bajo el nivel del mar, ¿crees que puedan contenerlo? Allá ellos.
Manuscritos en preparación: Funciones fisiológicas del sueño; Los dinosaurios no están extintos; La vida en un lago de dióxido de carbono.

20 comments:

grabiel said...

No pos franco tiene razón eh, verri nais nouts. Yo creo que cada población es inmune a sus bichos. Sospecho que, de tomar agua en la India, probablemente saldríamos con una diarrea de rechupete.

Venecia es un caso similar, pero más milagroso, dicen los que saben. Naturalmente ahí no les pegan los huracanes katrinos ni ramírez ni ninguno pero, dígame doctor, ¿corre algún riesgo la adorada ciudad en que nací?

Por otra parte N.O. sí merece ser recuperada; de lo que he visitado, mi ciudad favorita de e.u. (nunca había visto tanta madera. recordemos qué chingón la retrata müller, fotógrafo de jarmusch en down by law).

elisa said...

Coincido con Chabelo que New Orleans merece ser recuperada. Yo era niña cuando fui, pero sin duda es de lo rescatable del gabacho.
Por otro lado y hablando de bichos, muy interesante eso de que a nosotros los bichos coterráneos no nos hacen ya nada. Pero qué pex con esa bacteria malora llamada helicobater pilory...esa sí es bien canija y sigilosa, ¿no? Según se, calladita y sin que se note es responsable de úlceras y cáncer de cólon y esas cosas. En fin, harto interesante tu blog.
Abrazo

Diana said...

Wow, esto demuestra que nuestra resistencia a las bacterias no es una leyenda urbana. Por lo de Nueva Orleans, creo que a Bush realmente no le interesa.

grabiel said...

Nueva Orleans es como una novia con la que cortas por culpa de un chisme, de un mito, de un evento ajeno a la relación: desearás volver aunque sepas que, tarde o temprano, la red del rompimiento mismo volverá atrapando cuando pescadito encuentre a su paso.

Obviamente hay vidas y muchas tragedias involucradas en la necedad de reconstruir la ciudad pero, ¿a dónde llevarse la ciudad? A fin de cuentas sería una necedad (la de quedarse) contra otra necedad (la de no querer irse). En fin, un abrazo.

alonso ruvalcaba said...

mmm. yo también creo en nueva orleans. las grandes ciudades tienden a su propia supervivencia: esa es uno de sus características más conmovedoras [o, de plano, la más]. cortés hace mierda una ciudad de por sí alzada sobre el lodo, y dice:

¿qué onda, la reconstruimos?

[aunque, bueno, luego se fue a coyoacán]

tlacuiloco said...

Pues entre que son peras o manzanas, yo deje de prepararle su crem,a de espinacas a mi señor Padre. Sobre todo porque me acostumbre a comprar esas bolsas con espinacas precongeladas.
Y esto porque, aunque mi viejo siempre fue de los que comian (con sus ocho hijos, su esposa y la abuela) de todo y bebia agua de la manguera con la que regaban las plantitas de la Narvarte (trabajaba en la SCOP), no perdonaba las memelas, se chingaba cada tercer día un "vuelve a la vida" que preparaba "el paisa" con mariscos del Ajusco,aguas frescas de frutas sospechosas, garnachas, barbacoa, carnitas, todo esto y más, pero siempre en la banqueta, desde hace unos años mantiene una dieta estricta para evitar que se le vuelva a tapar no se que vena que pasa por el cuello y entonces, su estomago, ya no es aquel entrenado para soportar lo que venga.
Sea como sea, mi querdio Doctor Rovan, tu blog se ha convertido en obligada visita para quienes queremos estar informados.
Gracias por eso.
p.d. ¿que nos puedes contar a proposito de la recomendación Ruvalqueana: La papada.? ¿será que Alón quiere que juguemos a la ruleta rusa? o ¿de plano tambien estamos preparados para esos suculentos y grasientos pecados?

Unknown said...

No pues yo he de estar inmune a tantas cosas, no dejaré de echar la memela sin antes lavarme las manos con la pipa de agua. jaja

Un abrazo mi buen rovan.

Sobre Nueva Orleans, necedad tras necedad, neglicencia y un gobierno ineficaz, qué se puede pedir.

Manolo said...

No me parece tan malo que traten de regresar a Nueva Orleans, quiero ver que inventan los pinches gringos pa' que no se les inunde, después lo podremos aplicar para algo un poco mas útil.

Luis David said...

Ni hablar. Después de despacharme unas riquísimas carnitas en el plantón, debo estar curado hasta de espanto.

Y Nueva Orleans debe ser rescatada, aunque sea nada más para ir a escuchar un buen Jazz.

un abrazo

Salvador Fabela said...

CED,

acertadísima tu observación estimado Gabo, muy problablemente si tomaramos agua de la llave en la India, nos atacaría un bicho bien potente contra el que no estamos inmunizados. / Temo decirte que cuando se derritan los casquetes polares la mayoría de las ciudades van a quedar bajo el agua. Desaparecerían Venecia, Nueva York y Acapulco por igual. Nueva Orleáns es poca madre, pero su ubicación geográfica la condena. Como sea, que sobreviva el tiempo suficiente. Ah chingá, y cuánto será eso? Abrazo pandita.

Daria,

uff, Helicobacter pylori es responsable de gran parte de las gastritis que aquejan a la gente. Como bien dices, en casos extremos lleva a la úlcera péptica y el cáncer gástrico. Se sabe que en países en desarrollo, el 90% de la población tenemos este agradable bicho en nuestra panza. Por cierto, el año pasado les dieron el Nobel a los que aislaron la bacteria y probaron su papel en las infecciones gástricas. Abrazo bichero!!!

Diana,

otro ejemplo de nuestra resistencia a bacterias: la venganza de Moctezuma, que aqueja a los primermundistas cuando vienen a México, es causada por la falta de defensas contra los bichos mexicanos. / Y del Bush mejor ni hablamos. Te mando un gran abrazo!

Alón,

como bien planteas, N.O. luchará por sobrevivir algunas cuantas batallas, aunque a la larga, tenga ya la guerra perdida. Abrazo pandita.

Tlac,

vientos, qué bueno que no le preparaste comida con espinacas a tu señor padre. Las personas mayores tienen un sistema inmune debilitado y son susceptibles a esta clase de infecciones. De la papada después hablamos. Abrazo doble pa´ ti y pa´ Maru!!

Iván,

jajaja, es buena estrategia, así fortaleces tu inmunidad!! Abrazote!!

Manolo,

jeje, ta chido ese punto de vista, porque sea lo que sea, seguro que se podrá aplicar a otras cosas. Habrá que ver qué sacan tus colegas allá en el gabacho pa´ contener el agua.

Luis,

uff, ya somos dos, yo le entro en cualquier lado a la comida callejera. Y neta, lo que a mi más me dolería sería que se perdiera por completo la cuna del jazz. Carajo. Un fuerte abrazo.

Vicadin said...

yo creo que las ciudades siempre estaran donde estan, si las destruyen la gente regresa, ya ven troya, hay 9 troyas!
es como cunado quieren mover un mercado en la ciudad de mexico, es imposible son prehispanicos la mayoria ta bien que regresen a Nawlins

Adrián Santuario said...

Dialogo pequeñísimo de Bacterias:


CANGREJO: No se lo puedo decir a ciencia cierta, pues soy un bruto total en materia de Biología, quesque las bacterias son ¿objetos? muy pequeñitos que provocan una tremebunda enfermedad.
AQUILES: ¿Cáncer?
CANGREJO: No, no exactamente, pero… estos sucios y pequeños simplemente vienen y nos atacan, sin ser invitados


Un abrazo Rovan!!!

cerdo agridulce said...

Con respecto al rollo de las bacterias, supongo q pasa como con la contaminación y el asunto del olfato con los habitantes de esta urbe, igual no dejará nunca de impresionarme la capacidad de adaptación que tenemos como especie.

Lo de Nueva Orleáns es algo muy cabrón, hace tiempo tomé un curso de uso y manejo de zonas costeras con un investigador de la Universidad de Nueva Orleáns y nos mostraba justamente la imagen q pones aquí de la ubicación de la ciudad, así que para nadie es un secreto, q esta condenada a desaparece.
pero la neta q dolor …….. además está el jazz chiale!

grabiel said...

Dr Rovanpera: ¿quiere usted entrar al cuadro de honor (de los blogueros más lentos)?

El abrazo pandita es el gran abrazo, ¿no?

Jajaja, inche Deniche, el jazz en n.o. no es un "además", n.o. es el pinche jazz (y bueno, otras corrientes).

Por cierto, tengo un gran post para el Vicadin:

es como cunado quieren mover un mercado en la ciudad de mexico, es imposible son prehispanicos la mayoria ta bien que regresen a Nawlins.

whoooot???

Salvador Fabela said...

Vicadrinks,

algo de cierto hay en tu dicho. El claro ejemplo es del D.F.

Adrián,

jeje, buenísimo el diálogo. Placer tenerte por aquí. Abrazo!!!

C-A,

uta, esa capacidad de adaptación que tenemos como especie me parece asombrosa también. Jeje, y como dice Gabo N. O. es el jazz. Abrazo pandita.

Gabo,

jajajaja, tengo que aceptarlo, últimamente pasan años antes de que suba algo. Pero ya, pa hoy tengo nuevo post. Con respecto al Vicadrinks, chale, qué te puedo yo decir. Te mando otro abrazo pandita, que como bien inferiste es un gran abrazo!

Vicadin said...

un punto c le va hasta mmm.... bueno hasta a mi pues, bueno yaa dejenme :'(

Diana said...

Las lechugas son del diablo, por lo menos las gringas.

Anonymous said...

Hoy yo me arriesgaría por unos tlacoyos con nopales. Ayer apareció por mi casa un olor similar al de esas opuntias, pero era irreal. por supuesto, y he de conformarme con sólo la lechuga :(.

Anonymous said...

Qué onda Rovan? Onde tas?

En lo que posteas algo nuevo (lo cual no quiere decir que esto no me haya gustado), te dejo este link, sobre posibles beneficios del consumo de María.

Abrazo.

http://www.jornada.unam.mx/2006/10/19/a03n1cie.php

Salvador Fabela said...

Diana,

ya ves, puras bacterias patógenas ahora hasta en las lechugas.

Zarzamora,

uff, qué gran martirio no poder comer nopales!! Las lechugas son reinsípidas. Abrazo!

Ícaro,

es que andaba medio atareado pero ya estoy de regreso. Gracias por la nota, la voy a tomar en cuenta. Abrazote!!